jueves, 4 de agosto de 2011

El casetón

He de confesar que empiezo este post con incertidumbre y con mariposillas en el estómago por culpa de una duda que me corroe por dentro. Ya me gustaría a mi que me corroiera por fuera, exactamente por la parte de las cartucheras. Pero no. Es por dentro...

Esta tarde ha venido el segundo reformista a ver mi humilde morada. En esta ocasión me acompañaba mi más querída follower, Belén G. Habíamos quedado para comer y tratar temas de extrema complejidad, por ejemplo cómo llevar una camiseta de flecos para ir a un festival de música indie sin que parezca que te la ha traido tu madre de Benidorm o por qué no se había puesto sujetador Rosa Benito para ir la fiesta de Supervivientes. Son asuntos de alta cualificación que nos gusta tratar a nosotras a la hora de la comida en entornos con glamour y sitios galardonados con varias estrellas michelin como Vips.

A la hora fijada, esta vez sí, ha llegado puntual el segundo reformista. La primera en la frente. ¿Esto es parquet, no? Hay que acuchillarlo pero no como la última vez. La última vez te lo hicieron fatal, ¿hace cuánto fue? Que yo recuerde en la vida... Ah, que venía así de fábrica, vale, vale... La segunda en el pecho. La instalación eléctrica... ¿cómo la tienes? A ver... (abriendo la puertecita donde están los fusibles), hombre, esto está bastante bien, se ve que la toma es de tierra y que la junta de la trócola está correctamente instalada. ¿Lo veis? ¿Cuánto tienes contratado? ¿Dos mil? ¿Tres mil? Si quieres, te sacamos una toma para el horno y para la vitro... es que si no te la sacamos, esto te puede hacer una derivación de tipo 3 con carácter retroactivo y consecuencias fatales. Tu no te preocupes que yo llamo a mi electricista de confianza para que le eche un vistazo. ¿Os habéis enterado de algo? Pues yo tampoco. Que levante la mano quién sepa la potencia que tiene contratada en su casa y también quién sepa si su toma es de tierra, de mar o de aire. Nos os preocupéis que os mandamos a nuestro electricista de confianza para que le eche un vistazo.

A todo esto, ya habíamos terminado con el baño. Ponle unos cubreesquinas de aluminio a las mochetas que queda superfino y elegante. Yo pondría dos paredes oscuras y no solo la de la ducha. Si, si, quita el bidé que es de monjas. No te recomiendo la pintura en el baño, se levanta muy rápido. Belén, ¿tu qué opinas? Tu, Belén, ¿qué opinas?, ¿qué opinas?, Belén. Le hemos tenido que aclarar al señor que la que iba a vivir era yo y que Belén y su apreciada opinión iban a venir de visita, a pasar un fin de semana, a un maratón intensivo de Sexo en Nueva York o en su defecto, de Alaska y Mario.

El gran momento de la tarde, el que todos estáis esperando, lo que no podía faltar, ha venido al final. Por supuesto, me estoy refiriendo a la puerta de la cocina. Si tengo que nombrar ahora el blog,  lo llamaría sin dudar "La puerta de la cocina, ¿mal necesario?. Vamos a dejar de medir la economía mundial por lo que cuesta el barril de petróleo. Tomemos como índice de referencia el precio de las puertas de la cocina. Es un bien mucho más estable y por lo visto imprescindible. Sin puerta de la cocina no se puede vivir. El reformista ha entrado, ha salido, ha tomado nota, nos ha mirado a las dos. A Belén más. Se ve que ha visto que su opinión es más cualificada que la mía. Por favor, exponme tu deseo. Yo que no sé decir que no, se lo he expuesto, dos paneles fijos y dos móviles. En ese momento exacto, me ha dicho el vocablo que cambiará mi vida y la de todos los estadounidenses: casetón. Yo que tu, pondría la puerta en casetón. El lo ha intentado. Yo lo he intentado. Ninguno de los dos ha comprendido al otro. El no ha entendido mi propuesta de paneles fijos y yo aún sigo sin saber que es un casetón. De hecho, no estoy segura de que el sistema que me ha dicho se llame así, por casetones. Google no me acalara nada y Belén tampoco se acuerda. De todas formas, no os preocupéis, ha dicho que me mandará a su carpintero de confianza pero si alguien sabe como va ese sistema que me lo cuente... bueno, que nos lo cuente, que Belén ya me ha pedido copia de las llaves.

5 comentarios:

  1. jajaja ¿Cómo eres capaz de recordar palabros del tipo "mocheta" o "trócola".

    Yo no entendía nada. El buen hombre me miraba como queriendo que le entendiese, pero yo no he podido. Aún así he puesto mi cara de "of course" no fuese a ser que nos viese pringadas y te inflase el presupuesto

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  2. Hola compiii nueva de curro!! Bueno todavia te queda elegir los colores de las paredes...muahaha cuando te empiecen a sacar pantones etc etc....rollo azul puro aguamarina

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  3. De todas formas cuando seamos los dueños de la empresa vete mirando piso en Serrano o Goya jajajaja

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  4. Compañero, tienes que ponerte al día porque hay un post dedicado a los colores de las paredes.

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  5. Bravo Sandra, eres grande!!
    Yo creo que con el casetón el tío se creía que tenías perro.
    Te dejo este link dónde aparece qué es un casetón y varios presupuestos http://www.tumanitas.com/trabajos/instalar-puerta-corredera-oculta-en-cocina/
    Besos y disfruta de la obra que parece divertida.
    Guille

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